Boris Johnson alertó que la nueva cepa del coronavirus, además de ser alrededor de un 70 por ciento más contagiosa, podría ser hasta un 30 por ciento más letal.

En medio de un brutal aumento de los casos y muertes en el Reino Unido, el primer ministro dijo este viernes que se dan evidencias de que "además de propagarse más rápidamente" la variante "puede estar asociada con un mayor grado de mortalidad".

Johnson explicó que, debido al impacto de esta nueva variante, el sistema público de salud británico está "sometido a una mayor presión", aunque añadió que las vacunas que se están administrando en el Reino Unido parecen ser efectivas contra ambas cepas.

La nueva variante británica parece ser un 30% más mortífera. Por ejemplo, con 1.000 personas de 60 años infectadas con la variante anterior se podría esperar que 10 de ellos fallecieran. Pero esto se eleva a alrededor de 13 con la nueva variante.

De todas maneras, el principal asesor científico del gobierno británico, Patrick Vallance, aclaró que la evidencia sobre la letalidad "aún no es sólida". "Quiero enfatizar que hay mucha incertidumbre en torno a estos números y necesitamos investigar más para gestionarlo con precisión, pero obviamente es una preocupación que la variante tenga un aumento en la mortalidad y en la transmisión del virus", puntualizó el funcionario.

El ministerio británico de Sanidad anunció este viernes que en las últimas 24 horas se han registrado 1.401 nuevos fallecimientos causados por la enfermedad. Actualmente hay 38.562 pacientes en hospitales británicos, una cifra un 78 % superior al pico registrado en la primera ola, en abril.